Los hechos ocurrieron el jueves 6 de Noviembre al rededor de las 3 de la tarde, cuando Felix "N" acudió al Salón Manchy's, cerca de la entrada a las Truchas Ejecayan a recoger despensas del DIF para entregarlas en "Casa Zacapoaxtla" en el centro de esta población. El traslado de las despensas fueron instruidos por el director de obras, pese a que en esa área no se permite el acceso a unidades pesadas durante el día. En su segunda entrega, y mientras avanzaba por la calle 5 de Mayo, entre Prendamex y Farmacia Central, una oficial de Vialidad comenzó a cuestionarlo de forma prepotente, acusándolo de infringir el reglamento, aun cuando el ingreso fue autorizado por el propio ayuntamiento, cabe destacar que este primer acercamiento fue dirigido por la agente con groserías hacia el transportista sin ninguna apertura al diálogo.

El conductor intentó explicar la situación, pero la agente insistió en detenerlo y lo insultó, generando molestias entre los automovilistas que venían atrás ya que se impedía el paso y al avanzar unos metros para evitar más caos vial, fue perseguido y señalado falsamente de intentar atropellar a la oficial, lo que provocó que otra patrulla se movilizara sin protocolos, únicamente mediante llamadas telefónicas, y no a través del radio oficial.

Antes de llegar al puente Colorado le cerraron el paso varias patrullas y elementos como si se tratara de un delincuente de alta peligrosidad y al menos dos oficiales irrumpieron en la cabina del camión, lo que es totalmente ilegal, lo sometieron por la fuerza y comenzaron a golpearlo, uno lo tomó del cuello hasta casi asfixiarlo, otro le dio puñetazos en el estómago y aprovecharon que se quedaba sin oxigeno lo bajaron del vehículo destacando que el hombre, de 63 años, perdió el conocimiento por momentos y fue tirado al suelo, donde continuaron las agresiones.

Los policías le rociaron gas lacrimógeno directamente en el rostro, lo que también es ilegal, ya que solo se le permite a un policía usarlo en ciertas circunstancias, lo golpearon con sus armas de fuego y le rompieron los lentes, un elemento que aporta a su autonomía como persona con discapacidad visual. Posteriormente lo esposaron y, en medio de insultos y amenazas, uno de los oficiales le colocó una pistola en la frente y luego lo subieron a una patrulla de batea y lo trasladaron a un punto sin cámaras ni comercios, a la altura del Monumento a la Mujer donde continuó la golpiza entre ocho y diez policías destacando que la víctima recuerda que solo un oficial intentó hacer que los elementos se detuvieron reconociendo que no había cometido ningún delito pero en respuesta recibió amenazas de sus compañeros.

A pesar de que el hombre presentaba dificultad para respirar, mareos, vómito, pérdida de equilibrio y mucho dolor por los múltiples golpes, lo llevaron a la comandancia, donde permaneció detenido. Más tarde, al rededor de las ocho de la noche fue liberado y pudo acudir a recibir atención médica, logrando que su familia cuente con tres diagnósticos de diferentes médicos, donde se confirmó la gravedad de las lesiones que son entre 8 y 10 hematomas en la cabeza, una lesión cervical de segundo grado, contusiones en tórax, costillas, estómago y piernas, así como daños considerables en los ojos y garganta por el gas lacrimógeno.

El ataque también provocó daños materiales en su unidad, un camión de volteo tipo Kenworth, al que le rompieron espejos y la palanca de velocidades, además de que fue enviado al corralón sin que existiera infracción documentada. La familia ha tenido que costear estudios, consultas, medicamentos, traslados y valoraciones particulares, acumulando hasta ahora un gasto aproximado de 70 mil pesos, sin que exista apoyo oficial para cubrir el daño destacando que la víctima debe cumplir una incapacidad de al menos 15 días.

Ante la falta de respuesta del ayuntamiento y el intento de minimizar los hechos, el afectado y su familia ya presentaron una denuncia formal por las agresiones cometidas por elementos municipales; el hijo del transportista, Ricardo Erik Brito Alvarado, es quien denunció estos hechos y lamentó que ni siquiera el trato directo con el alcalde, quien tiene conocimiento a detalle de estos hechos, fuera suficiente para lograr que los elementos reciban algún tipo de sansion o suspención por sus actos.