Ayer Virginia Vega, de 39 años y originaria de Atempan, perdió la vida tras un accidente en la rotonda cercana a la agencia Volkswagen, en los límites entre Teziutlán y Chignautla. Según informes, un taxista de Yaonahuac invadió la vía, provocando una colisión con otro vehículo. La mujer que viajaba en el taxi fue trasladada al Hospital General de Teziutlán, donde falleció horas después debido a la gravedad de sus lesiones.

Este trágico suceso se suma a otros incidentes similares. En noviembre de 2024, María Manuela “S”, de aproximadamente 50 años, fue atropellada por una unidad de la Ruta 3 en la calle Lombardo Toledano, perdiendo la vida en el lugar. Días después, en la avenida Juárez, Luisa Sosa fue embestida por una combi de la Ruta 1 mientras esperaba para cruzar la calle; tras permanecer 15 días en terapia intensiva, falleció debido a las lesiones sufridas.

Otro caso lamentable ocurrió el 8 de diciembre de 2024, cuando Guadalupe Palafox Méndez, de 70 años, fue atropellada por una combi de la Ruta 1 en la esquina de las calles Cuauhtémoc y Allende, en pleno centro de Teziutlán. Aunque fue trasladada al Hospital Guadalupano, falleció horas después debido a la gravedad de sus lesiones.

A pesar de la gravedad de estos hechos, las autoridades locales ni la Secretaría de Movilidad y Transporte que hizo presencia en el municipio tras una manifestación no han implementado acciones efectivas para prevenir futuros accidentes con el transporte público.

La implementación de campañas de concientización, la revisión de las condiciones de las unidades y la aplicación de sanciones a conductores imprudentes son algunas de las exigencias de la ciudadanía tras llegar a este límite de que se pierden vidas por falta de precaución.